domingo, 11 de octubre de 2009

Baldur y el Sol de Medianoche: (24) THC

(Audición recomendada: Soundgarden - My Wave)







Ásdís se incorporó a la banda. No hizo falta mucho para convencerla. No tenía equipo propio, pero de momento, podría manejarse con mi guitarra anterior, una Epiphone SG hecha en la República Checa. El local de ensayo proporcionaba amplificadores para aquellos que lo necesitaran, así que comenzó tocando con uno de ellos, de momento. Dijo que compraría algo más decente cuando le llegara la primera paga de ese trabajo que tenía como auxiliar de bibliotecario. La banda había ganado enormemente y volvíamos a ser 4 sobre el escenario. Además ahora teníamos a una chica y en mi opinión, eso era un plus de interés, sobre todo para el público masculino. Aunque no fuera una Cindy Crawford, sin duda tenía su encanto. También tenía actitud y desparpajo y habíamos ganado en coros, ya que no le importaba apoyarme vocalmente en estribillos.

En aquel ensayo estábamos Bjarni, Johann, Ásdís y yo, y Kára, Nanna y Jim como espectadores. Empezamos repasando las versiones. La nueva no tuvo problema en acoplarse rápidamente. Sabiendo la tonalidad en la que se encontraba cada tema, era capaz de bucear en él dando con los arreglos adecuados. Quizás no exactamente como en los originales, pero no era lo que buscábamos. Queríamos añadir unas gotas de personalidad. Justo los pasos anteriores a contar con un repertorio enteramente propio. De momento Forever era una gran baza para nosotros y la gente que lo escuchó en el concierto del Fuzzion quedó muy impresionada, aún tratándose de una versión acústica. Ahora había ganado en energía y potencia. Las partes que añadía Ásdís con la SG eran muy agresivas y el golpeo desenfrenado de Johann la hacían increíblemente rockera. Bjarni había aceptado su posición como menos dotado musicalmente dentro del grupo y se limitaba a sentar las bases. En algunas ocasiones le enseñábamos algunos detalles que podrían quedar bien en las líneas de bajo que poco a poco iba integrando, aunque le costaba la vida.

Nanna estaba allí sentada, mas bonita que nunca y sin quitarme ojo de encima. Es muy cursi, pero estoy muy muy enamorado. Y ella lo está de mí. Kára estaba allí con un gesto un poco contrariado en el rostro después de comprobar que sus intentos de seducir a Jim habían sido infructuosos. Mi compañera de grupo me miraba de forma extraña y luego parecía reirse de la situación. Allí había gato encerrado. Terminamos de repetir Forever por tercera vez para memorizar algunas partes e hicimos un descanso. Fuimos todos al hall de entrada de la nave para sentarnos en los sofás y tomar un refresco.

Ásdís sacó una bolsita con cogollos de marihuana de su bolso y empezó a liar un porro. A Johann se le abrieron muchos los ojos y Jim sonrió y movió la cabeza en gesto afirmativo. Kara, Nanna, Bjarni y yo nos quedamos un poco fríos. Yo era muy receloso con todo lo que tenía que ver con las drogas. Aunque fueran blandas. "Es de mi propia cosecha en Akureyri. Unos amigos y yo teníamos un invernadero genial para autoabastecernos. Es muy muy buena, pero tened cuidado que os puede dejar KO mucho tiempo". Kára se levantó y se despidió en ese momento diciendo que tenía cosas que hacer. Nanna se extrañó muchísimo. No recordaba que su amiga tuviera que hacer algo. A los demás la verdad es que nos importó bastante poco que se fuera.

Empezó fumando Ásdís. Jim estaba a su izquierda y Johann a continuación. Fueron pasándoselo y podías ver como le cambió la cara a la chica y luego a Jim. No advertí nada diferente en el rostro de Johann. Mi chica miraba de forma curiosa y a Bjarni se le notaba ciertamente incómodo. Una inmensa nube de humo blanco cubría ahora nuestras cabezas. Cuando el porro volvió a Ásdís, se lo tendió a Nanna. Ésta dudó un instante y luego, para mi asombro lo tomó. "Inspira el aire con los labios cerrados sobre la boquilla y deja que entre, de forma relajada" le recomendó su prima. Así hizo. Tosió un poco y luego volvió a darle otra pequeña calada. Yo la miraba y constaté como el blanco de sus ojos se volvía más rojizo y sus párpados caían levemente. Se encorvó un poco y finalmente se dejó caer sobre el respaldo del sofá mientras suspiraba profundamente. Me llegó a mí y de pronto tuve un dilema en la cabeza, sobre si ser fiel a mis principios de chico sano y deportista o vender mi alma al rock and roll. De esto último ya tenía bastante y me apasionaba. El sexo había sido increíble, así que sólo me quedaba por probar la droga para completar la máxima. Lo sujeté con los labios y aspiré suavemente. Ví como se consumía en el otro extremo. Me rascó bastante la garganta y sentí asco por un momento. Luego noté como mis pulmones se llenaban del humo y luego una sensación como si todo mi cuerpo pesara mucho menos. Hormigueo en las extremidades y paz. Mucha paz. De pronto, el grupo de heavy que martilleteaba en la lejanía hasta me pareció que sonaba bien. Todos los músculos relajados y una sensación de felicidad reforzada por el abrazo que Nanna me estaba regalando. Sonreía mucho y tenía los ojos semicerrados y brillantes. Todos los que habíamos probado aquello nos encontrábamos en una situación similar y nos empezó a hacer mucha gracia eso. Jim comenzó a reirse discretamente, pero Ásdís lo siguió al instante y Johann soltó una carcajada ruidosa. Nanna y yo reímos con ganas, hasta que nos empezó a doler la barriga. Bjarni estaba allí y no entendía nada de lo que pasaba, pero quería participar en la fiesta. Así que dejó su inicial reticencia y lo probó. Le dio varias caladas seguidas y no notó nada especial, hasta que al cabo de unos minutos se puso blanco con muy mala cara. Jim se levantó dando tumbos, fue hasta la máquina de la entrada y sacó varias chocolatinas. "Azúcar contra el amarillo" dijo, pero sólo parecieron entenderlo Ásdís y Johann que estaba disfrutando de lo lindo. Bjarni encontró fuerzas para levantarse y luego fue al baño a vomitar.