miércoles, 14 de octubre de 2009

Baldur y el Sol de Medianoche: (27) Nuevas experiencias

(Audición recomendada: Pink Floyd - The great gig in the sky)







Era muy divertido tener a Ásdís en casa. Nos convertimos en íntimas. Fue muy agradable conocer a una prima con la que resultaba que teníamos tantas cosas en común. Me gustaba cómo era ella. Estaba descubriendo cosas. Nueva música, películas, bebidas, formas de divertirme... me aconsejaba mucho sobre los hombres. Me decía que no me atara mucho a ellos. Que era un error estar tan apegada a Baldur. No sé si tendría razón, pero es que no podía evitarlo. Estamos en un momento muy álgido de la relación. Nos veíamos todos los días. Hacíamos el amor casi siempre que podíamos... se había convertido en un pequeño placer buscarnos en clase y encontrar algún rincón apartado del edificio en el que dar rienda suelta a nuestra pasión. Su casa, la mía... últimamente era más fácil que fuera en la suya ya que había menos gente.

Ásdís pasaba algunas noches a la semana en casa de Jim. Ella también se divertía, pero cuando yo me refería a él como su novio, ella siempre ponía cara de susto y lo negaba rotundamente. "Jim es mi amigo, solo tenemos sexo. No queremos nada más ninguno de los dos" decía. Me daba igual. Cuando los veía juntos, a ella se le notaba cierto cuelgue. Yo creo que sentía mucho más por él de lo que me daba a entender. Por otro lado, mis padres ya están dejando algunos mensajes implícitos sobre el hecho de que pronto tendrá que buscarse un apartamento. Mi casa es muy pequeña para todos.

No sé qué me aguarda el futuro. Es algo en lo que no pienso. Sólo en vivir el día a día. El otro día, mi tutora en el instituto me llamó para hablar conmigo. Mis notas han bajado un par de puntos en los últimos exámenes y dice que nota una "grave falta de atención" en mí. No sé cómo. Yo sigo siendo la misma de siempre. Es cierto que los dos o tres últimos exámenes me han salido un poco más flojos, pero no es cuestión de hacer un drama de ello. He leído que la marihuana puede provocar falta de atención y dificultad para recordar información. Es cierto que ahora suelo compartir un porro con Ásdís al día, pero eso no me convierte en una drogadicta. Más bien me ha abierto la mente y me ha ayudado a ver las cosas desde otra perspectiva. He descubierto lo increíble que es la música. Pero no la música con la que nos bombardean desde los medios de comunicación, sino la de verdad. La que está hecha por músicos de verdad y con auténtico talento. La otra noche disfrutamos del Dark side of the moon de Pink Floyd en casa, mientras fumábamos y estábamos solas. Simplemente estando tiradas en la cama, mirando al techo, sin hacer otra cosa más... ni ver la tele, ni jugar a los videojuegos, ni nada... solo escuchar y sumergirnos en ese mundo. Ásdís me dijo "primita, ha llegado el momento en que tienes que empezar a escuchar música de verdad. Vas a experimentar un auténtico viaje psicodélico". Y así fue. Me encantó, sobre todo The great gig in the sky, con un momento de piano fabuloso y una parte vocal que me puso los pelos de punta. Después de aquello, metí en cajas mis discos de Take That y New kids on the block y los bajé al sótano. Hasta entonces, para mi, algo con más de un año ya era viejo y carecía de interés. Ahora estaba alucinando con un álbum de 1973. ¿Qué me estaba pasando? "Nanna, simplemente estás madurando y convirtiéndote en una mujer, tus gustos y prioridades cambian. Y más que lo harán". Necesitaba todos los discos de Ásdís. "Prima, quiero oirlos todos, grábamelos en cinta" le pedí. "Poco a poco, pequeña padawan" me contestó. ¿Padawan? ¿qué es eso? "Te lo vas a pasar muy bien a partir de ahora, Nanna, ya lo verás".