miércoles, 10 de mayo de 2006

Baldur y el Sol de Medianoche: (6) Bjarni y su forma de aparcar la moto

(Audición recomendada: The Stands - Turn The World Around)



Esta mañana me he levantado y he presagiado un día nefasto. No tenía ningún jersey o sudadera limpia para ponerme y he tenido que quitarle uno a mi padre que debe ser del jurásico por lo menos. Es feísimo, de esos típicos de lana islandesa rojos y blancos, que pican un montón. Bajo a la cocina y ya me los encuentro discutiendo a los dos. Me ven y tratan de disimular la situación. Ambos se comportan como si no ocurriera nada, pero esos momentos de hipocresía me fastidian muchísimo. Desayuno algo rapidísimo e ignoro las alusiones de mi padre al jersey. Hace un par de años que mi madre se negó a seguir haciendo la colada en casa y cada uno se tiene que machacar sus pulgas desde entonces. Cojo el parka verde y salgo a la puerta de la calle sumida en la oscuridad de un 14 de enero. Las 8:26 am. Como Bjarni no se de prisa en pasar a recogerme ya no llego. En ese mismo instante aparece doblando la esquina con su scooter adornada al estilo mod. Me subo y salimos disparados para clase.

Tenía ganas de verla. Sabía que a tercera hora ella terminaba la optativa en el aula que está justo enfrente de la mía. Me apoyo en el quicio de la puerta durante el cambio de clase y espero pacientemente. Es una locura de tumulto de gente que va y viene. Profesores, alumnos, conserjes... Una especie de marea que se va calmando poco a poco. Allí está. Sale por la puerta con la mochila al hombro. Nos miramos. La gente pasa por delante de nuestro campo de visión, pero el intercambio de miradas se mantiene imperturbable. Me sonríe tímidamente y levanta su mano en señal de saludo. Yo también sonrío. Al instante interrumpe nuestro juego Ásdís, del grupito de chicas hippies. Con un gesto amistoso me quiere saludar. Levanto mi mano y le digo hola. Sé que ésa tiene ganas de guerra, pero no me convence nada en absoluto. Además tengo mi punto de mira en Nanna.

Al terminar las clases, Bjarni está dándole los retoques finales a un trabajo que hacemos en grupo sobre historia vikinga en el aula de ordenadores. Me pide que vaya a recoger su moto mientras él deja liquidado el asunto e irnos a casa. Acepto y me encamino hacia el parking. No pude creérmelo, pero allí estaba Nanna. Parecía tener la moto atrapada en una maraña de metal. A medida que me acercaba me fui dando cuenta de que la moto que dejaba bloqueada la suya era la de Bjarni. En ese momento, quise que me tragara la tierra, porque además, pensaría que la moto era mía y que soy un inepto aparcando, que no se preocupa de dejar libre la salida para otro vehículo. Por eso, a pesar de que la situación parecía perfecta para decirle algo, decidí hacerlo de la forma más rápida posible. Cuando estuve muy cerca de ella, me di cuenta de que era bastante más guapa de lo que parecía de lejos. Tenía un pelo castaño claro, totalmente natural sin teñir, largo y lacio, a capas cada vez más cortas cerca de la cara. Sus ojos no eran azules, sino azules verdosos, dependiendo de la luz. En aquel momento, la de una farola situada a unos pocos metros que proyectaba unas sombras preciosas sobre su cuerpo. Su piel tenía aspecto de ser tersa y suave. Con el frío, tenía la punta de la nariz colorada, así como sus carrillos, con un maquillaje muy liviano. Me quedé parado durante un segundo muy cerca frente a ella, sopesando por última vez el decirle algo. Abrió aún más sus ojos en gesto de sorpresa, con el ceño ligeramente fruncido. Humedeció sus labios y pareció que quiso hablar. No le di la oportunidad de que me maldijera. Me subí a la moto, puse el contacto y me fui de allí pensando que tendría que decirle un par de cosas a Bjarni sobre su forma de aparcar.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Grande Juanma!

Me encanta la historia, es preciosa de momento, me tiene enganchado, a ver cuando cuelgas el siguiente capítulo!!

Por cierto, que bien escribes cabron! ;D

12:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La historia mola. Pero ten cuidado con los anacronismos. A mediados de los 90 es verdad que había móviles pero ¿eran tan comunes como para que lo llevara una joven adolescente islandesa? En plan Zack Morris en Saved by de bell ¿no? jeje. Enhorabuena por la iniciativa.

3:42 p. m.  
Blogger Hans Levirsson said...

ciertamente. voy a arreglarlo. Tened en cuenta que voy escribiendo según me parece y pueden haber errores de este tipo. Gracias!

4:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

8:38 p. m.  

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